viernes, 30 de enero de 2015

At the beginning of the year...

Este va a ser tu gran año lo presiento. 

Pero será un gran año si le dejas. Si permites que las cosas pasen y saboreas lo que tienes aquí y ahora. No hago alusión al tan usado "carpe diem" pero si me propongo desterrar en este nuevo año tantas miradas al futuro. 


No se vosotros, pero a veces me descubro a mi misma pensando tanto en el futuro que me doy cuenta de lo tonta que estoy siendo por no disfrutar del ahora. 


Tan malo es vivir anclado en el pasado como pasarse la vida angustiado por el qué pasará.
Sabéis que le digo yo al "qué pasará" en este nuevo año?? Que se vaya a paseo, que me deje tranquila, que encantada de conocerle pero que ese rollo ya no va conmigo. No pienso preocuparme, porque las cosas llegarán. Quizás sean como las pensaste, quizás traigan sorpresas y quizás superen tus expectativas. Pero esas cosas que ahora ves lejanas llegarán.  



Quizás se deba al consumismo en el que vivimos que nos hace necesitar más y más. Cuando colmamos una falsa necesidad nos aferramos a la búsqueda de una nueva que por supuesto está por llegar y que no podemos tener "ahora, ya". 

Hoy, en este nuevo año, hago un punto y aparte y me propongo saborear todos y cada uno de los días. Ni siquiera a corto plazo, no voy a pensar en el plan estupendo que tengo para la semana que viene (muy apetecible y tentador por cierto) ni siquiera en lo que haré mañana. Quiero saborear cada día como si de algo nuevo se tratase, sacarle jugo a la vida que tengo ahora y no tener quebraderos de cabeza. 


Que no cunda el pánico, seguiré pegada a mi querida agenda que mantiene la poca cordura que me queda. No hablo de vivir en el caos sino de disfrutar de verdad, hoy, aquí, ahora, mientras lees este post. Relaja la mente y vuelve a empezar a leerlo desde el principio. Prohibido leerlo entre líneas, prohibido leerlo si tienes 500 cosas en la cabeza para hacer mañana.


 Haz que cada día sea nuevo, un reto, un regalo. Se acabaron los días pochos y grises de este invierno, estoy segurísima de que algo bueno va tener este día aunque ahí fuera está cayendo el diluvio universal. 

Estoy en un momento precioso que temo desaprovechar. Así que querido futuro, eres bienvenido pero ni se te ocurra llamar a la puerta antes de tiempo. No voy a abrirte, voy a estar muy ocupada con el presente. Por el momento, acabando esta taza de chocolate caliente mientras disfruto del olor a lluvia. 



Miles de besos,

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1 comentario :

sonso de toro dijo...

Me encanta,estoy totalmente de acuerdo.

El presente es un regalo que merece la pena degustar plácidamemte. Gracias por recordarnos que a veces hace falta parar y descubrir todo lo bueno que nos brinda cada día!!